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"Cuando el rey de Moab se dio cuenta de que el ataque era superior a sus fuerzas, tomó setecientos soldados de infantería para abrir una brecha hacia donde estaba el rey de Edom. Pero no lograron hacerlo. Entonces tomó a su hijo primogénito, el que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Esto causó gran enojo contra los israelitas, por lo que levantaron el campamento y regresaron a su país." 2° Reyes 3:26-27

¿Es cierto? ¿Acaso puede estar pasando algo así en medio de nuestra "civilización?

El día martes 23 de Diciembre, en la plaza O´Higgins de la ciudad, se llevó a cabo el sacrificio de un gallo, el cual fue rociado con aguardiente y enterrado vivo bajo el lugar donde se pondría el poste preparado para la presentación del grupo "Los voladores de papatlán". El rito fue realizado por el mismo grupo como una ofrenda a la naturaleza para que no cobrara la vida de ninguno de los ejecutores de la danza, todo esto en el marco de los carnavales culturales de Valparaíso.
Cabe preguntarse: ¿Quienes son éstos que vienen a hacer ritos ilegales y paganos, y a maldecir nuestra ciudad?
Los voladores de Papantla son indios Totonacos que efectúan el rito de la danza de los pájaros, la cual se practica hoy en día como entretenimiento para los turistas.




















Se trata de 4 hombres que efectúan rotaciones alrededor de un poste usando una cuerda amarrada al extremo de éste y que está envuelta alrededor del palo. La cuerda se desenvuelve a medida que los ejecutores giran, descendiendo en espiral hacia el suelo.



Pero, ¿Cual es la verdad detrás de éste y otros rituales celebrados como actividades "culturales"?
Este ritual tiene sus orígenes en los sacrificios ofrecido al Dios de la fertilidad Totonaco, establecido como un "poste-ofrenda" al mismo, en la base del cual se realizaban sacrificios de animales en honor al dios. Este ritual establece un altar de adoración basado en sangre, ayunos y plegarias.




Al respecto, el año 2008 nosotros como grupo recibimos un llamado fuerte a levantar un altar de adoración, de entrega, al único Dios que reina sobre todo. Cuando pasan estas cosas me recuerdo que verdaderamente estamos en una "guerra de altares", donde el que ofrece el mejor sacrificio conquista el territorio. Al respecto, valparaíso es nuestro territorio, y debemos entregar una ofrenda pura delante de Dios, interceder para que todas esas maldiciones que se han desatado sobre nuestra ciudad sean cortadas y ofrecernos nosotros mismos como sacrificios vivos, santos, agradables a Dios.